En este punto de la historia tal vez es imposible mencionar un área en la que los avances tecnológicos no estén presentes. El mundo se mantiene en constante avance y distintos campos, entre ellos el de la seguridad privada DF están condenados a desaparecer si se rehúsan a llevar el ritmo de la revolución tecnológica.
Lo anterior, es consecuencia de la globalización y de la marcha del progreso humano, y específicamente en el área de la seguridad, las innovaciones tecnológicas han penetrado a tal punto que, en ocasiones, son los delincuentes quienes poseen los mejores aparatos, sistemas y expertos tecnológicos para cometer sus crímenes.
Es una realidad que no podemos ignorar porque nuestros hogares, empresas y nosotros mismos somos el blanco del ataque de dichas personas. Por tanto, no hay más alternativa que llevarles el paso y más que eso, superarles.
Esto implica contratar empresas de seguridad privada que compartan esta visión y motivados por ella, aspiren a la renovación constante de sus equipos, así como a la permanente formación del recurso humano.
¿Qué hay de nuevo?
Desde un punto de vista estratégico, la seguridad privada es hoy mucho más integral que en el pasado; la misma ya no es asunto hermético, sino que la base de su éxito se concentra en la actuación cooperante con el beneficiario, de manera que esté al tanto del trabajo del equipo que se encarga de protegerle, tiene una participación activa y gracias a ello puede facilitar su misión.
A nivel tecnológico, la ciencia ha aportado mucho a favor de la seguridad. En este sentido, el rastreo satelital, exámenes grafológicos, toxicológicos, los innovadores sistema de alarmas y monitoreo, entre otros, son prácticamente infalibles y ya no son exclusivas de los organismos públicos.
Así mismo, gracias a la tecnología, la persona beneficiaria del servicio, puede monitorear en tiempo real todo lo captado por los sistemas de vigilancia en su móvil inteligente, sin necesidad de estar presente en el lugar.
Aunque útiles, los candados y cercos eléctricos, ya no son suficientes para garantizar su seguridad. La tecnología ofrece alternativas más eficientes y es mejor que sean usadas en su favor.