Arnés de seguridad para las alturas

Solemos pensar que el uso de arnés seguridad sólo es requerido cuando trabajamos en las alturas, aquellas mayores a 2 metros implican un riesgo que sólo puede manejarse con las medidas de protección establecidas con justa razón para preservar la integridad física de los trabajadores en medio de las actividades inherentes a su trabajo. Pero no siempre se trata de ascensos.

Para la limpieza de tanques de agua, que suelen estar enterrados a metros y metros del suelo pero hacia abajo, el uso de un arnés es esencial pues una caída del trabajador sin nada que lo soporte en caso de resbalones, es igualmente posible y peligroso.

La limpieza de pozos es otro claro ejemplo de una actividad en que es necesaria la protección del trabajador en caso de una posible caída. La única forma de que pueda concentrarse en la actividad que hace y olvidarse un rato del peligro que corre, es estar sujeto a un mecanismo seguro que lo mantenga estable en el aire.

Por otro lado, es muy importante, bien sea en ascensos o en descensos, que el uso del arnés sea el correcto, por ejemplo, el ajuste del arnés debe quedar de tal forma que se sienta ceñido al cuerpo más no apretado. La suspensión puede causar lesiones si el arnés se encuentra muy ajustado. El trabajador debe poderse sentar sin dificultad con el dispositivo ya colocado.

Igualmente el centro de gravedad a partir del cual el trabajador es enganchado a la cuerda debe tenerse muy en cuenta, no siendo posible engancharlo desde los laterales del arnés pues el efecto de seguridad sería absolutamente contraproducente.

Por otra parte, para aquellos trabajadores que se desempeñen al aire libre y que sufran de alguna afección evidente en la piel, la exposición al sol puede ser sumamente delicada, razón por la cual el aseo de la cara por la mañana y por la noche con agua termal avene puede ayudar bastante a atenuar el enrojecimiento.

Las medidas de protección pueden ser preventivas o reactivas, por ejemplo, cuidarse la cara con agua termal corresponde a una reacción normal que todos tendríamos si notáramos irritación o enrojecimientos en nuestra cara. El uso de un arnés para la realización de trabajos que lo requieran previene los posibles efectos de un accidente.

Hay quienes en su tiempo libre usan elementos que para otros son típicos de su trabajo. Por ejemplo, los escaladores, quienes gustan del desafío de la roca para pasar sus momentos de esparcimiento tienen muy al día sus cuerdas, arnés, zapatos especiales e incluso cascos dependiendo de lo extremo de la actividad.

Independientemente de que uno se encuentre en el trabajo o en su tiempo de esparcimiento, la medición de riesgos es importante para adoptar todos los elementos que preserven nuestra seguridad e integridad física.

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