Hacia finales de los años 70 y principios de los 80, comenzó una gran ola orientada a la eliminación de estructuras que contenían asbesto. En gran parte del mundo, los gobiernos comenzaron a prohibir, paulatinamente, la producción y el uso de este material en la fabricación. Desde entonces, se ha realizado la retirada del amianto de las edificaciones, aunque queda mucho por hacer.
Vivir en una casa que tiene amianto intacto o sin daños no representa ningún riesgo para la salud. La mayoría de las personas que padecen complicaciones, relacionadas con este material, han estado expuestas a él durante períodos de tiempo prolongados.
Cuidados a tener en cuenta para la retirada del asbesto
Debe tener presente que está obligado a tomar las precauciones de seguridad requeridas previa a realizar el proceso de retirada. Es preciso conocer lo que dictamina la ley, porque probablemente se necesite algún permiso antes de poder apartarlo. La otra opción sería localizar una empresa con personal experto con el objeto de que realice la actividad, lo cual es lo más conveniente.
Por lo general, no necesita un certificado si desea realizar algún trabajo de remoción, como quitar los azulejos de la pared del baño, taladrar un orificio o prepararse para cualquier pintura. Sin embargo, es imperioso ser cauteloso con el propósito de evitar que las fibras de asbesto se liberen en el aire, además de cumplir con los procedimientos generales de seguridad laboral.
Las siguientes medidas de protección se recomiendan, encarecidamente, al retirar una lámina de asbesto:
- Acordonar el área de trabajo: es preciso hacerlo con una cinta de barrera resistente. Es primordial, asegurarse de que las personas, que no están protegidas, no puedan ingresar al espacio en cuestión.
- Equipos de protección: es vital que el personal que está realizando la remoción esté protegido con los implementos adecuados, como un respirador y un mono desechable.
Este procedimiento requiere entrenamiento además de una cierta disciplina, porque la labor es exhaustiva. Por ello, necesita de herramientas y equipos especiales. Alguien calificado y competente sabrá exactamente cómo manejarlo y qué previsiones debe tomar antes de intentar la tarea. También evaluará los procesos a seguir después de la retirada.