Las novelas cortas de fantasía enriquecen la literatura moderna con las historias sobrenaturales, llenas de dos personajes antagónicos: héroes y villanos que luchan por un objetivo diametralmente opuesto. La imaginación del escritor y su capacidad para plasmar el relato hacen viajar al lector a mundos inimaginables.
Con las novelas de fantasía, el lector se traslada a ambientes llenos de magia y espectáculo, que se enriquecen con la narrativa sencilla de los escritores que logran imaginar historias más allá de lo cotidiano. Los amantes de una buena lectura suelen ser asiduos de este género por la capacidad de explorar aventuras.
Tipos de novelas cortas de fantasía
En las novelas cortas de fantasía suele desarrollarse la narrativa entre dos subgéneros: el épico en el que existe un mundo real, tal cual al que conocemos y uno secundario de ficción, en donde cohabitan seres malignos que planean acabar con la tranquilidad de la humanidad y destruir el equilibro del universo.
El conflicto moral y ético que supone la lucha entre el bien y mal, está presente en las novelas cortas de fantasía pensadas dentro del subgénero épico pero también existe la baja fantasía, que son aquellas historias que permiten estructurar relatos entre héroes y criaturas extraterrestres con un hilo conductor mucho más mágico.
Dentro del relato de novelas cortas de fantasía existen ciertas características básicas: la irrealidad de cada suceso es un problema que debe resolver el lector, es decir, no hay una integración entre el plano natural y el sobrenatural en donde se desarrolla la trama de cada historia.
También hay una serie de elementos que suelen estar presentes en las novelas de fantasía, donde habitan los monstruos, hay mundos paralelos, mundos de los sueños, y realidades subyacentes a otras realidades, y los personajes pasan por un proceso de metamorfosis
En estos relatos la alteración que existe entre el espacio y el tiempo siempre está presente. El tiempo nunca es lineal, dándole sentido a los constantes saltos cronológicos dentro de la historia, que en ocasiones pueden confundir a un lector distraído, pero a la vez le permite alejarse del mundo donde vive.