A veces se tiene en mente poner en marcha un pequeño negocio virtual o dar un empujón al que ya se tiene con una web. Hoy en día es casi imprescindible contar con una página si se trabaja como profesional liberado o se dirige una pequeña empresa. Rechazar la idea pensando que es algo complicado o que el precio es muy elevado es un error que se puede pagar caro, porque muchos negocios se mueven ya únicamente en la Red. Se pueden buscar páginas web baratas, hay buenas ofertas y casi siempre son una buena solución.
Cuando el negocio no es muy complejo o se trata de una web profesional no es necesario complicar demasiado las cosas. Pero eso sí, aunque sea sencilla, la página tiene que estar bien hecha y para eso lo mejor es confiar en profesionales que saben sacar el mejor partido a cada herramienta.
Se trata, al fin y al cabo, de atraer y convencer. En otras palabras, de vender. Para conseguirlo hay que dar al cliente lo que busca y en la mayoría de las ocasiones no se trata de buscar una web complicadísima, sino todo lo contrario. Es puro sentido común, cuanto más fácil tenga el cliente navegar por la página más posibilidades hay de convencerle sobre nuestros productos o nuestra actividad. Sencilla y eficiente, cuando las necesidades son pequeñas no hay mejor mezcla.
El diseño es, por ello, siempre lo primero que hay que valorar. Herramientas para conseguir la usabilidad de la página hay muchas, para jerarquizarla correctamente y para mejorar aspectos como la velocidad de carga, también. Pero hay que saber elegir las adecuadas a cada web.
Adaptarse a todos los dispositivos
Dejando a un lado la importancia del diseño hay un aspecto que jamás hay que olvidar cuando se quierecontar con una buena web. Es que se adapte sin problemas a todos los dispositivos. No todo el mundo utiliza exclusivamente el ordenador. El uso de Smartphones y Tablets está cada vez más extendido y no adaptar una web a ellos puede ser un error irreparable.
Con este aspecto solucionado, solo queda centrarse en aspectos como un contenido de calidad, unas buenas estrategias SEO y un seguimiento periódico de los resultados. Poner en marcha una pequeña web no es un proceso demasiado largo ni excesivamente caro. Lo realmente costoso, más a nivel de tiempo que de dinero, es mantenerla.
Cuando se pone en marcha una web hay que hacerlo con el convencimiento de que es la mejor herramienta para dar visibilidad a un negocio o un trabajo profesional. Y hay que saber que se puede contar con páginas web baratas con las suficientes prestaciones y funcionalidades como para dar un buen servicio.