Los autómatas programables son equipos electrónicos, los cuales se pueden programar en un lenguaje no informático, y diseñados para el control en tiempo real de operaciones dentro de la industria de los procesos secuenciales.
Estos autómatas programables también son llamados PLC (Controlador lógico programable) y son de gran valor en el diseño y elaboración de proyectos, ya que no necesitan que se dibujen los esquemas de contactos, no requieren de simplificar las ecuaciones lógicas, porque tienen un módulo de memoria con capacidad suficiente para almacenarlas, entre otras muchas bondades.
Su función principal es gobernar el proceso sin necesidad que el operador intervenga en los elementos de salida o sobre las magnitudes de consigna. Generalmente opera con señales de baja potencia y gobierna acciones que son las que en realidad modulan la potencia necesaria de operación.
Existen diversos tipos de topología de PLC, podemos mencionar el de Lazo Abierto el cual no recibe información acerca del comportamiento del proceso como tal, y los de Lazo Cerrado, en este caso hay una realimentación del PLC de la respuesta emitida por el proceso.
Otro aspecto a considerar, es el tipo de sistema de control con el cual queremos que opere nuestro PLC, los hay analógicos que emiten señales continuas que son proporcionales a determinadas magnitudes físicas. También encontramos los digitales, que son señales binarias del tipo todo o nada, las cuales solo representan esos dos estados y finalmente, están los híbridos (Analógicos-Digitales) en donde se ubican los autómatas programables.
¿Cómo trabaja un PLC?
El trabajo del PLC comienza cuando recibe información en los captadores y posteriormente el programa lógico interno actúa sobre los accionadores de la instalación.
Son comúnmente utilizados en empresas con procesos de maniobra, señalización y control. Por eso pueden ser usados en transformaciones industriales o el control de instalaciones. Tienen dimensiones reducidas y son fáciles de instalar. Por esta razón son ideales para espacios reducidos, procesos productivos con cambios periódicos, procesos secuenciales, industrias con procesos amplios y complejos y son aplicables a maquinaria de procesos variables.
Estos aparatos se distinguen de otros controladores automáticos en que pueden ser programados para controlar cualquier tipo de máquina, a diferencia de otros que, únicamente pueden controlar cierto tipo específico de equipo.
Ofrecen diversas posibilidades de configuración, pueden ir desde el más básico hasta el más complejo sin que esto repercuta en las futuras ampliaciones del sistema.
Para la instalación y puesta en marcha de los autómatas programables, es recomendable contratar la asesoría de empresas con renombre en el mercado y que sean reconocidas como expertas en el manejo e instalación de este tipo de equipo, que tengan un departamento de procesos debidamente capacitado para desarrollar cualquier aplicación que lleve implícita la instalación de un PLC, esto con la finalidad de recibir un trabajo de calidad y contar con el soporte técnico adecuado.